Es un sentimiento extraño. Es un ahora sí,un ahora no, un a lo mejor...Tu corazón está seguro, lo amas; pero, ¿y el suyo? No puedes saberlo, solo puedes arriesgarte. Vale, está decidido, te arriesgas. Y sin embargo, en el último segundo, cuando ya casi te has tirado a la piscina tu cabeza dice que no. ¿Y quién gana? ¿La cabeza o el corazón? Por regla general, la cabeza manda, en ella están guardados todos los recuerdos, y todo ese dolor, aunque sea el corazón el que lo siente, la cabeza lo recuerda y por instinto intenta evitarlo a toda costa. Pero aún así, es la cabeza la que te hace soñar. Todo sería tan perfecto. Pero en cuanto bajas de la nube, cuando pisas tierra, todo es muy confuso. Como si esa nube estuviera ante tus ojos sin dejarte ver. Y entonces te bloqueas. No sabes que hacer. No te lanzas, pero te gustaría saber que habría pasado si lo hubieras hecho. De momento habrá que seguir esperando a que, aunque solo sea por un segundo, la razón se vaya de vacaciones y el corazón tome el mando.

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